Adoptar un gato nunca fue tan fácil

¿Te imaginas la ilusión de incorporar al hogar o al núcleo familiar a un gato? Sabemos de buena mano que estos animales se convierten en una pieza importantísima de nuestro hogar. Aportan un ambiente a la casa difícil de explicar con palabras.

Existe el falso mito de que los gatos son ariscos y no muestran cariño; esto es totalmente falso, ya que cada animal posee un carácter diferente. Muchos de los gatos que están esperando a ser adoptados se mueren de ganas por dar y recibir amor y caricias.

Tienes que tener en cuenta que adoptar un gato es una gran responsabilidad; es muy importante conocer y respetar el contexto de la vida de estos animales; no todos han pasado por lo mismo. Podemos adoptar gatos de todo tipo: que han vivido en casa, abandonados, callejeros, recién nacidos… 

Tanto si estás pensando adoptar tu primer gato como si ya eres un maestro felino, te animamos a que lo hagas ¡te aseguramos que no te arrepentirás!

¿Todavía estás indeciso? Presta atención a las principales ventajas de adoptar un gato.

Cuando tratamos a nuestro gato como un miembro más de la familia, nosotros pasamos a ser lo mismo para él, pero de una forma algo distinta… Cuando un gato nos tiene mucho cariño, para él somos como otro gato. Su máxima forma de demostrar amor es vernos como iguales a él.

La capacidad de adaptabilidad de los gatos es grandísima. Como todo animal, se adapta al entorno en el que vive, por lo que si desde pequeños los acostumbramos a cogerlos, acariciarlos, tenerlos cerca… ¡después serán ellos los que te lo pidan!

Si bien es cierto que los gatos no suelen mostrar tanta efusividad en las muestras de cariño como los perros, debemos de tener en cuenta y valorar las suyas. Cada animal es un mundo; los gatos tienen sus propias formas de mostrar cariño y muchas de ellas están relacionadas con las muestras de confianza en nosotros. Aún así, todo depende de la educación y el ambiente en el que el gato haya crecido.

Los gatos son animales muy juguetones. Debido a su instinto, su forma de divertirse es la simulación de caza, por lo que no dudes en tentarlo con hilos, láseres en el suelo, etc. Además, cuando juegan con nosotros suelen hacerlo con cuidado y no sacan las uñas ni muerden con fuerza. Eso sí, debemos de educarlo y enseñarle a que sea así.