Pese a lo que muchos creen, no existen razas de perros agresivos, sino canes que, por naturaleza, poseen un mayor instinto protector y un menor grado de tolerancia ante determinados escenarios.
Porque, como suelen repetir los veterinarios cada vez que se habla de este asunto, ningún perro nace siendo agresivo.
Dicho esto, si tu mejor amigo de cuatro patas empieza a tener conductas agresivas con otros perros no esperes para tomar cartas en el asunto para evitar que el problema vaya a mayores.
¿Por qué mi perro es agresivo con otros perros?
Lo primero que se debe hacer al detectar los primeros signos de agresividad en un perro es acudir al veterinario o al etólogo para que determine el origen de esa actitud reactiva.
Y es que son muchas las razones por las que un perro se puede volver agresivo.
A menudo lo que se esconde detrás de esa irascibilidad e irritabilidad es un problema de salud como, por ejemplo:
- Prurito
- Trastorno metabólico
- Estrés o ansiedad
- Problema de visión o audición
- Intoxicación alimentaria
- Epilepsia
- Demencia senil
También hay que señalar que, aunque no sea habitual, de vez en cuando se dan casos de perros agresivos después de castrar.
En este punto es importante subrayar que en casi todos estos cuadros médicos señalados la agresividad va acompañada de alteraciones en el estado de ánimo, quejas o lloros.
Además de como consecuencia de un problema de salud, un perro también se puede mostrar agresivo por:
- Dominancia, cuando quiere hacer valer su papel dentro de la manada.
- Competitividad, cuando se pugna por un juguete o un premio con otro perro.
- Miedo, cuando se siente amenazado.
- Territorial, cuando siente que se está invadiendo su zona de confort.
- Educación, cuando se le ha adiestrado para mostrarse agresivo ante determinados escenarios.
- Instinto depredador, cuando otros perros o personas corren o se mueven de un lado a otro.
- Instinto maternal, cuando cree que sus cachorros están en peligro
Y una vez recibido el diagnóstico, ¿cómo puedo controlar la agresividad de mi perro?
👇 ¡Sigue leyendo!
Cómo hacer que tu perro no sea agresivo
Estos son los consejos que recomiendan los expertos:
Una buena educación
Como suelen repetir los etólogos, la clave para evitar que un perro desarrolle conductas agresivas es la educación.
Para impedir que un perro se vuelva agresivo es necesario entrenarlo y adiestrarlo desde cachorro. Y es que es fundamental que sepa desde el minuto uno quién es el líder de la manada.
Algunos trucos sencillos para hacerle ver quién es el amo son:
- Entrar antes que él por la puerta de casa.
- No dejarle que acceda a alguna habitación, como la del bebé o donde guardes productos o materiales que puedan hacerle daño.
- Comer antes que él.
- Pedirle que responda a ciertos comandos antes de darle su comida.
➡ Te puede interesar: Cómo educar a un cachorro
Reprende ante un mal comportamiento
Una vez sepa quién está al mando te resultará mucho más sencillo reprenderle cada vez que gruña, muestre los dientes o intente morder a algún perro o a alguna persona.
Cada vez que lo haga, dale un pequeño golpe con el dedo y acompaña este gesto con un “¡No!” fuerte y rotundo.
En el caso de que no puedas evitar que acabe mordiendo, castígalo dejándolo solo durante unos minutos. Nada como el método acción – reacción (morder – soledad) para enseñar a un perro.
Haz que socialice con otros perros
Si tu perro es todavía cachorro, preocúpate de que se relacione con otros perros y personas, siempre en un espacio abierto en el que haya estado previamente y mientras lo sujetas con la correa para corregirlo tantas veces como sea necesario.
Cada vez que se muestre mínimamente agresivo, repréndelo y corrige su actitud. Con paciencia, y a base de repetir este ejercicio, lograrás que se acostumbre a la presencia de personas y perros desconocidos.
Aplica el refuerzo positivo
De igual forma, no olvides premiarlo con alguna golosina cada vez que detectes avances o veas que reacciona positivamente ante la presencia de canes o personas extrañas para él.
Con tiempo, paciencia y amor acabarás corrigiendo su agresividad.
Y es que cualquier esfuerzo es poco para evitar que acabe cruzando la temida ‘línea roja’ que obligue a sacrificar el perro agresivo.
Si pese a seguir todos estos consejos, y después de haber intentado corregir su actitud durante varias semanas, no notas ningún avance, ponte en manos de algún adiestrador experto en perros agresivos.
Por suerte, cada vez son más los profesionales especializados en reconducir conductas agresivas que se pueden encontrar a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Nadie como ellos para conseguir devolver la felicidad a tu perro y a todo tu hogar. 🐶💚