Los perros se pasan el día realizando todo tipo de actividades en las que exponen enormemente su higiene ocular.
Esa es la razón por la que es tan habitual que los peludos sufran molestias e infecciones en sus ojos y por la que es tan importante incluir el cuidado ocular dentro de vuestra rutina de cuidados básicos caninos.
Un asunto, el de la salud ocular canina, al que vamos a dedicar las siguientes líneas empezando por una pequeña guía sobre cómo limpiar los ojos de los perros.
Cómo limpiar los ojos de los perros
En el caso de que tu mejor amigo tenga mucho pelo en la cara y este crezca en dirección a los ojos es conveniente que dediques unos minutos al día a peinarlo de forma que este no entre en contacto con la córnea, ya que de lo contrario se le irritarán cada dos por tres.
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Independientemente de la cantidad de pelo que tenga tu perro, para reducir al máximo las probabilidades de que tu mascota sufra una infección ocular es fundamental que evites que se le acumulen legañas retirándolas a diario, siempre de dentro hacia afuera.
Dicho esto, veamos cómo limpiar los ojos de un perro, paso a paso.
- En primer lugar tienes que hacerte con una gasa o un algodón y con un bote de suero fisiológico, preferiblemente monodosis para que no se te eche a perder.
- Una vez te hayas lavado las manos y hayas conseguido que tu peludo se siente delante tuyo, empieza el proceso de limpieza.
- Empapa ligeramente la gasa o el algodón en el suero y la pasas con mucha delicadeza por el ojo.
- En cuanto acabes con el primer ojo, tiras esa gasa y coges una nueva para evitar el traspaso de gérmenes de un ojo a otro.
- En el caso de que tenga alguna legaña dura que te impida llevar a cabo la limpieza correctamente calienta ligeramente la gasa con suero y colócala encima durante unos segundos hasta que se ablande y puedas quitarla.
- Una vez acabes la limpieza, acuérdate de felicitarlo y de darle unas caricias y un premio que le guste.
El refuerzo positivo es clave para que tu perrete entienda que está haciendo las cosas bien.

En el caso de que tu mascota no se deje manipular acude al veterinario para que sea él quien se encargue de la limpieza ocular de tu peludo.
Enfermedades en los ojos de los perros
Como consecuencia de su constante exposición a todo tipo de gérmenes y bacterias los perros tienen tendencia a padecer distintos tipos de enfermedades oculares. Algunas de las más habituales son:
- Prolapso de la glándula lacrimal del tercer párpado
- Conjuntivitis
- Queratoconjuntivitis seca
- Epífora
- Úlceras en la córnea
- Cataratas
- Uveítis anterior
- Glaucoma
- Queratitis
- Tumores palpebrales
En la mayor parte de los casos, las visitas al veterinario se deben a pequeñas infecciones oculares que se solucionan echándoles unas gotas de colirio en los ojos.
Para poder ponérselas, eso sí, es imprescindible que tu perro se encuentre completamente calmado, por lo que si lo ves nervioso sácalo a correr o pasear antes de echárselas.
Cómo aplicar las gotas en los ojos de tu perro
La forma correcta de hacerlo es la siguiente:
- Una vez esté completamente tranquilo, haz que se siente y te colocas detrás suyo.
- A continuación le levantas la cabeza sujetándosela por debajo con una mano y con la otra le echas las gotas asegurándote de que estas caen dentro del ojo.
- Si tu perro cierra los ojos y no te deja que le eches las gotas, pide ayuda y, mientras alguien le levanta la cabeza desde atrás, levántale con cuidado el párpado y échaselas.
- Al acabar, felicítalo, acarícialo, dale un premio que le guste y lávate las manos.

Remedios caseros para limpiar los ojos de los perros
Para ayudar a tu perro a que mantenga una buena salud ocular puedes servirte de una serie de remedios caseros.
El primero pasa por revisar y limpiar cada día con un paño húmedo o una esponja ligeramente empapada en agua a temperatura ambiente los ojos de tu mejor amigo.
Si lo prefieres también puedes comprar toallitas húmedas fabricadas específicamente para limpiar los ojos de los perros.
En el caso de que tu perro tenga los ojos irritados y no tengas suero fisiológico a mano puedes servirte de una infusión de manzanilla a temperatura ambiente. El proceso de aplicación será el mismo que con el suero.
Si ves que en la zona del lacrimal se le empiezan a formar unas pequeñas manchas blancas (algo bastante frecuente como consecuencia de la presencia de bacterias) echa mano de un paño húmedo ligeramente empapado suero o manzanilla y aplícalo sobre esta zona durante unos segundos.
En el caso de que aprecies algún cambio en los ojos de tu peludo, no lo dudes y acude al veterinario. Como siempre decimos en Mi Nuevo Mejor Amigo, en cuestiones de salud, más vale prevenir que curar.
Cuéntanos, ¿tu mejor amigo peludo ha tenido alguna vez problemas oculares? ¿Cómo lograsteis solucionarlo?