Limpiar las orejas de tu perro es una de esas rutinas de higiene ineludibles que debe llevar a cabo de forma regular para que tu amigo de cuatro patas pueda disfrutar de una buena salud auditiva.
Pese a la importancia de este gesto son muchos los dueños de peludos que no saben por dónde empezar. Ese es el motivo por el que nos hemos decidido a redactar una guía indicando, paso a paso, cómo limpiar las orejas a un perro.
Cómo limpiar las orejas a un perro paso a paso
Lo primero que debes saber es que los perros con orejas grandes y caídas requieren una mayor atención, dado que son más propensos a acumular suciedad que los canes con pabellones auditivos más cortos. Razón de más para que prestes especial atención cada vez que bañes a tu perro en casa.
También que si tienes un perro al que le gusta nadar, es imprescindible que seques bien sus orejas tras cada sesión en el agua, ya que la humedad favorece la aparición de infecciones auditivas.
A modo de curiosidad, y para entender mejor la importancia del sentido de la audición en los perros, recordar que este es hasta cuatro veces más sensible que el nuestro, pudiendo llegar a detectar hasta 35.000 vibraciones por segundo. Ahí es nada.
Dicho esto, y subrayando que se debe empezar a limpiar de forma regular desde que el animal es un cachorro, vamos a ver qué necesitas para poder limpiar las orejas a tu perro.
¿Qué se necesita para limpiar las orejas a un perro?
Antes de empezar a limpiarle las orejas, asegúrate de tener todas estas herramientas bien a mano:
- Algodón húmedo, almohadillas de algodón o gasas esterilizadas.
- Limpiador de oídos canino (ni se te ocurre utilizar uno para personas) o, en su defecto, suero fisiológico.
- Una toalla limpia.
- Bastoncillos de algodón.
- Premios.
- La ayuda de alguien si es la primera vez que limpias las orejas a tu perro o no le gusta mucho que se las manipulen.
Cómo limpiarle las orejas a un perro en paso a paso
Antes de empezar con el paso a paso te recomendamos que empieces por una oreja y luego sigas con la otra para facilitar el proceso.
A lo largo de todo el proceso, ofrécele un premio y dale caricias. Nada como servirte de un refuerzo positivo en el adiestramiento de tu perrete para que, poco a poco, se vaya acostumbrando al gesto.
Ahora sí, vamos con el paso a paso.
Analiza el pabellón auditivo
Para empezar, busca un lugar amplio y cómodo en el que tu perro se sienta tranquilo y llévalo ahí.
Una vez situados, levanta la oreja de tu peludo y revisa bien el pabellón auditivo fijándote en:
- Si tiene el interior de las orejas rojo o, lo que es lo mismo, inflamado.
- Si hay sangre o restos de sangre.
- Si segrega algún tipo de líquido por mínimo que sea.
- Si se aprecia pus.
- Si tiene alguna protuberancia.
- Si hay exceso de cera y/o si esta es de color oscuro o negro.
- Si huele demasiado fuerte.
En el caso de detectar alguno de estos cinco avisos es importante que acudas al veterinario, ya que son señales de alarma que revelan que algo no va bien en su conducto auditivo.
Limpieza con algodón
Coge algodón húmedo y pásalo suavemente por la entrada de la oreja para retirar la suciedad acumulada o un exceso de cerumen. Sírvete de los bastoncillos para llegar a las zonas de difícil acceso.
Limpieza con el limpiador de oídos canino
Introduce el saliente del limpiador en el canal auditivo del animal con mucho cuidado de no pasarte y libera el líquido limpiador. En el caso de que recurras al suero fisiológico intenta servirte de un aerosol para asegurarte de que este llega debidamente al canal auditivo.
Haz un pequeño masaje en la base de su oreja para ayudar a que el líquido llegue al canal auditivo y pueda limpiarlo en profundidad.
Retira el exceso
Coge un algodón húmedo y/o un bastoncillo y quita, con mucho mimo, cualquier exceso de limpiador que se haya acumulado en el recorrido del pabellón auditivo.
Es importante que repitas este proceso todas las semanas sin falta para asegurarte de que tu peludo no acumula suciedad o parásitos en un lugar tan delicado para los perros como este.
Y es que, desgraciadamente, se trata de una zona especialmente sensible a sufrir infecciones bacterianas o por hongos.
Cuando esto sucede lo habitual es que el veterinario le recete algún antibiótico y que lo combine con la aplicación de unas gotas especiales para acabar cuanto antes con la infección auditiva.
En el caso de que le receten gotas, procede a aplicárselas una vez hayas terminado de limpiar los oídos y nunca antes, ya que el objetivo es que estas se queden durante horas haciendo efecto.
En el caso de que tu perro no coopere y no puedas limpiarle los oídos como es debido, ni con ayuda de terceros, siempre puedes acudir a la clínica veterinaria para que sean ellos quienes limpien sus orejas en profundidad.
¿Tu peludo te pone fácil la tarea de limpiarle las orejas? Cuéntanos tus trucos para llevarlo a cabo.
En nuestro blog para perros te contamos más trucos y recomendaciones como estos para que le des a tu perrete los cuidados que merece. 😊