La boca es mucho más que la apertura por la que comen, respiran y regulan su temperatura los perros. Esta es su principal herramienta para descubrir e interactuar con el mundo que les rodea.
Eso significa que, de alguna forma, se pasan la vida mordiendo cosas. Así sucede desde que nacen y de forma instintiva se abocan a las mamas de su madre, quien no tardará en enseñarles a controlar su boca durante sus primeras dos semanas de vida.
Lo hará levantándose y dejándoles sin leche cada vez que le aprieten las mamas más de lo debido para alimentarse, en la que suele ser la primera gran enseñanza de vida de todo cachorro. Lección que acabará de aprender cuando empiece a jugar con sus hermanos y compruebe cómo estos se quejan o se alejan de él cada vez que no mida sus mordidas.
Es así como, en muy poco tiempo, los peludos aprenden a medir su fuerza bucal. Al menos la gran mayoría, ya que desgraciadamente existen perros que, por muy distintos motivos, acaban llegando a la edad adulta sin controlar sus mordiscos, con lo que eso supone para sus propietarios.
Esa es la razón por la que en Mi Nuevo Mejor Amigo nos hemos lanzado a elaborar una pequeña guía con la intención de explicarte de forma clara y sencilla cómo enseñar a un perro a no morder.
Trucos de adiestramiento: cómo enseñar a un perro a no morder
Antes de nada es importante señalar que no es lo mismo enseñar a un cachorro a no morder que corregir los peligrosos mordiscos de un perro adulto.
Cada problema requiere de unos trucos o ejercicios de adiestramiento distintos, por lo que resulta imprescindible dividir este apartado en dos: uno dedicado a los cachorros y otro al trabajo con perros adultos.
Cómo enseñar a tu cachorro a no morder
Lo primero que tienes que hacer para que tu cachorro deje de morder tus zapatillas, tus muebles, tus plantas o cualquier otro objeto a su alcance es enseñarle a soltar objetos.

Para ello bastará con enunciar la palabra “suelta” y proceder a estirar poco a poco aquello que tenga agarrado hasta que lo suelte, para posteriormente premiarlo y acariciarlo.
En cuanto comprenda, además del significado de la palabra “no”, el de “suelta”, aprenderá no solo que no debe morder esto o aquello, sino también que debe soltar aquello que tiene en la boca en cuanto se lo pidas.
En el caso de que tu objetivo sea enseñar a tu cachorro a no morder fuerte cada vez que interactúe con un humano es importante que, cada vez que te apriete con más fuerza de la debida, sueltes un chillido para que este se asuste y lo identifique con el dolor humano.
En el momento en el que te suelte, deja de jugar con él y vete a otra zona para que aprenda que cada vez que se pase mordiendo se acaba el juego inmediatamente.
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Cómo enseñar a un perro adulto a no morder
Aunque se trate de un perro mayor, la mejor forma de enseñar a un perro adulto a que no muerda es recurriendo a juegos de acción – reacción y a las recompensas. Nada como el refuerzo positivo en el adiestramiento canino para conseguir que el proceso sea todo un éxito.
Uno de los más habituales pasa por esconder un premio o un trozo de alguna comida que le guste especialmente dentro del puño, para posteriormente acercárselo al hocico.
Si este te muerde, suelta un chillido fuerte para que el perro se asuste y lo identifique con el dolor humano y aléjale la mano.
Así tantas veces como necesites hasta que este deje de morder y empiece a lamer la mano. Será entonces cuando la abrirás y le recompensarás, además de con el premio, con caricias y palabras bonitas en tono cariñoso.

Si el problema de tu perro no es ya que muerda demasiado fuerte, sino más bien que lo hace como consecuencia de una sobreexcitación que canaliza a través de este gesto tendrás que centrar tus esfuerzos en calmarlo. Para ello puedes servirte de distintos ejercicios de relajación caninos.
En el caso de que estos no surtan efecto te recomendamos que acudas al veterinario para que sea este quien, tras evaluar el problema, o bien te dé una serie de pautas para acabar con su vicio de morder, o bien te remita a un etólogo para que averigüe cuál es la causa de sus mordiscos y cómo puedes acabar con ellos.
Seguro que con un poco de paciencia y ayuda, tu mejor amigo deja de morder antes de lo que te imaginas.
Cuéntanos, ¿de qué otros consejos de adiestramiento canino te gustaría que hablásemos?