Trucos para que tu perro coma pienso

Por qué tu perro no quiere comer pienso

En muchas ocasiones los perros se muestran reticentes a comerse la ración de pienso que les toca. Por mucho que lo intentamos nos voltean la cara, se marchan o escupen la comida. 

Para nosotros resulta una desesperación que nuestro perro no quiera comer y no lo entendemos muchas veces pero, ¿te imaginas tener que comer arroz con pollo durante toda tu vida, las cinco comidas al día? A veces no nos damos cuenta de que este símil es la realidad de nuestros perros durante toda su vida. 

Motivos por los que no quieren comer más pienso

Existen muchas razones por las que tu peludo ya no coma la misma cantidad, o incluso que se niegue a hacerlo.  Te explicamos cuáles suelen ser las causas de esta situación:

Problemas de salud

En primer lugar, es buena idea descartar cualquier problema veterinario que pueda tener nuestro peludo, como alguna herida en la boca o un diente suelto, que le moleste al comer. Si tienes sospechas de que sea por un problema de salud, acude a tu veterinario.

Una vez descartado que la causa de no querer comer pienso sea por un problema de salud, hay que tener claro que no todos los perretes son iguales a la hora de comer. Para algunos perros esto no supone un problema, ya que cualquier cosa de comer es un manjar y no verás una mala cara por su parte ni una negativa a llevárselo a la boca.

En ese caso, ¿qué podemos hacer nosotros para que nuestro perro se coma mejor el pienso que le ofrecemos? 

El problema es el pienso

Además de los problemas fisiológicos, existen otros problemas que pueden afectar al por qué tu perro ha perdido el apetito. Sin embargo, en la mayoría de los casos simplemente el problema reside en la propia comida.

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  • El cambio de pienso. Aunque sea la misma marca pero otro tipo, ellos lo notan y puede no haberles gustado este cambio tan brusco. Es una buena idea ir mezclándoselo y retirar el antiguo pienso de manera paulatina para que se acostumbre al nuevo sabor.
  • El tipo de pienso con un sabor potente, como puede ser pescado o cordero, puede resultar que a nuestro perro este tipo de sabores no le gusten. Prueba con sabores más suaves como pueden ser el pollo o el pavo.
  • Aburrimiento por el mismo tipo de comida diaria.  Probar meses y meses el mismo sabor les puede cansar, lo que podemos hacer es alternarlo con comida húmeda que suele gustarles mucho. 

Si algunas de las alternativas anteriores no han funcionado, os ofrecemos algún truquito más para que nuestro perro no se quede sin comer. 

¿Qué más puedo hacer para que coma?

Muchas veces simplemente necesitan un pequeño incentivo para empezar a comer, como trocitos de pollo, pavo o queso. Pero, según algunos expertos, no podemos mezclar más de un 5% de comida casera con el pienso. ¿Y cuál es la razón? La respuesta se encuentra en la velocidad de absorción.

La comida seca, como lo es el pienso, y la comida húmeda o casera tienen distintos tipos de velocidades de absorción en el estómago y esto puede provocarles problemas de salud que pueden llegar a ser muy graves. Así que simplemente pon un poco de comida casera que les sirva de motivación sin llegar a poner en riesgo su salud. 

Añadir sabores apetitosos

El uso de aceites o caldos también es una buena idea. Añadir al pienso aceite de oliva o salmón, o un poco de caldo de pescado o de pollo, puede ayudar a que el pienso les parezca más apetitoso y se lo coman mejor. Una opción más específica que no suele fallar es el caldo de hueso de wagyu de la marca AltuDog hecha con agua, huesos de wagyu, hígado de vacuno wagyu, zanahorias y vinagre. 

Convertir la hora de comer en un juego

El uso de alfombras de olfato o circuitos de propiocepción es muy buena idea para motivar a nuestro perro que se coma el pienso y aumentar el interés por la comida de una forma divertida. 

Si no tienes alfombra de olfato en casa, una alternativa casera muy buena son las toallas o sábanas, meter comida entre las toallas e ir doblándolas y apilándolas estimulará el uso de su olfato, que es su sentido más desarrollado, y esto seguramente le motive para buscar y comerse el pienso. 

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Cambio de dieta

Otra opción puede ser el cambio de dieta a otra como la tipo BARF (Biologically Appropriate Raw Food). Este tipo de dieta consiste en proporcionar a nuestros perros una alimentación basada en productos crudos. 

Para proporcionar a nuestro perro este tipo de dietas es imprescindible estar muy informado, basándonos en evidencia científica siempre, y consultar a nuestro veterinario ya que no todos los perros son candidatos ideales para este tipo de dietas y, además, realizarla mal puede provocar a nuestro perro un problema grave de salud. 

La base y la cantidad de alimentos en la dieta BARF es la siguiente:40-50% de huesos carnosos, 30-40% carne muscular, 10-15% vísceras y un 10% de frutas y verduras. La cantidad que debemos darle a nuestro perro dependerá de varios factores como su peso, la edad o el nivel de actividad, entre otros. 

Los beneficios que podemos obtener de este tipo de dietas son varios: 

  • Mejora de su estado general y de su musculatura.
  • Mejora digestiva.
  • Disminución de la probabilidad de aparición de alergias u otras enfermedades.
  • Mejora de su sistema inmune, etc.

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Existen otras dietas parecidas a la BARF y perfectamente adaptadas a nuestros perros, como la dieta de la marca AltuDog, que son alimentos deshidratados ya preparados que simplemente hay que añadir agua para poder dar a nuestros peludos. 

Es importante incidir en que esta dieta o la BARF son ejemplos de otras opciones con las que podemos optar si nuestro perro es inapetente al pienso. No significa que sea ni mejor opción ni peor, ni que seamos mejores tutores o peores al proporcionar una dieta basada en pienso u otra basada en comida natural. Simplemente son eso, distintas opciones. 

Esperamos que os sean útiles estas ideas y consejos para conseguir que nuestro perrín vuelva a recuperar el apetito de la mejor manera sin tener que obligarle a comer y evitando volvernos locos de la preocupación porque no ha querido alguna de las raciones que le tocaban en el día. Ahora solo falta ponerlas en práctica. 

Autor: Ecaniaa

Educación canina e Intervenciones Asistidas con Animales