De igual forma que ladran, aúllan o gimen, los perros lamen. Independientemente de que lo hagan en mayor o menor medida, todos lo hacen, en tanto en cuanto se trata de un acto instintivo.
Un gesto que, pese al desconocimiento de muchos amantes de perros, tiene un porqué que vamos a tratar de desarrollar en las siguientes líneas. Así que, si quieres saber por qué te lamen los perros, sigue leyendo.
Por qué los perros lamen y qué significa que un perro te lama
Lo primero que debes saber es que el lamido es una forma más de expresión canina. Dado que no pueden hablar, ladran, mueven la cola o lamen, entre otros gestos comunicativos que pueden variar en función de la raza y la personalidad de cada peludo. Ahora bien, ¿qué significa que un perro te lama?

Los perros no lamen por una sola razón. Según distintos estudios al respecto, se ha podido probar que, al menos, lo hacen por seis motivos diferentes. Estos son:
Para conocer a alguien
Al igual que les ocurre con el olfato, los perros tienen muy desarrollado el sentido del gusto. Les basta pasar la lengua por la piel de un humano -donde se acumulan millones de células y un buen número de sustancias químicas- para conocer tanto el estado de su salud como su estado anímico.
Además, a través del lamido de las manos de las personas y las bocas de otros perros estos saben si hay comida cerca y, en caso afirmativo, a quién deben acudir para reclamarla
Para limpiar
De igual forma que se lamen para limpiarse, los perros también lamen a los humanos para limpiarlos. Estos tienden a lamerse y lamernos tanto cuando detectan suciedad, como cuando hallan algún tipo de herida.
Las mamás caninas, además de para limpiar a sus cachorros, también recurren a los lamidos para estimularlos en un gesto que repiten constantemente durante sus primeros días de vida.
Como acto de sumisión
Una de las razones por las que los canes lamen es para mostrar sumisión ante una persona u otro perro.
Es habitual que laman a los integrantes de su familia o su manada y que se postren y laman los pies de sus dueños, a quienes consideran los líderes de su manada.
Por ansiedad
El lamido constante a todo tipo de objetos es una de las formas más habituales que tienen estos animales para canalizar su ansiedad. Algo que suele repetirse en los perros inseguros y miedosos.
Por eso, en el caso de que detectes que tu amigo de cuatro patas no deja de lamerlo todo y que lo hace en exceso, es importante que acudas al veterinario para poder averiguar cuál es la causa de su estado de ansiedad para y empezar a tratarla cuanto antes.
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Por amor
Si tienes perro seguro que ya te has dado cuenta que, muchas veces, en cuanto llegas a casa, lo primero que hace tu perro es empezar a lamerte la mano.
También que, siempre que le acaricias y le das un poco de cariño, tu perro responde a lametazo limpio. El motivo es bien sencillo: esa es la forma que tienen de saludar y de mostrarte su afecto.
Porque les gusta tu sabor
Por último, los perros también lamen, simplemente, porque les gusta el sabor que desprenden sus seres queridos, a quienes consideran como parte de su manada y a quienes pueden reconocer tanto por su olor como por su sabor.

Mi perro me lame mucho: ¿es normal?, ¿qué hago?
Ahora que ya sabes tanto por qué los perros lamen y que, si bien se trata de un gesto recurrente, no es normal que laman en exceso, te contamos qué debes hacer en el caso de que detectes un lamido desmesurado por parte de tu mejor amigo.
Lo más recomendable es, como comentábamos anteriormente, acudir al veterinario para averiguar la causa de su exceso de lamidos. A partir de ahí no está demás que sepas que existen una serie de trucos que pueden ayudarte a reducir los lamidos de tu peludo.
Si algo no aconsejamos en absoluto es reñir al can cada vez que este se acerque a lamerte a ti o a cualquier miembro de la familia, ya que al hacerlo solo lograrás confundirlo.
Una buena forma para encauzar sus lamidos y reducirlos es ofrecerle alguno de los muchos juguetes caninos ideados para que tu amigo de cuatro patas se entretenga durante horas y horas lamiendo en busca de comida.
Si pese a ello no deja de lameros ni de lamerse y se detecta que sus lamidos se han convertido en compulsivos, no tendrás más remedio que visitar al veterinario. Casi con toda seguridad este te derivará a un etólogo canino para estudiar su caso en concreto y ofrecerte la mejor solución para acabar con este problema.